Párpados: Blefaroplastia

Se dice que los ojos, son la ventana del alma, ya que a través de ellos pueden expresarse los estados de ánimo.

En ciertas instancias, la edad y herencia ocasionan  laxitud de los tejidos, haciendo evidente un exceso de piel y/o grasa en los parpados superiores e inferiores. Incluso en personas jóvenes se pueden encontrar “bolsitas” de grasa a causa de la herencia. Todo esto suele ocasionar  un efecto de mirada cansada y somnolienta o acentuar la edad.

 

La Blefaroplastia es el procedimiento quirúrgico en el cual se retira el exceso de tejido en los párpados para poder recuperar esa imagen de mirada fresca y jovial, sin embargo no corrige las arrugas  de “pata de gallo” (para eso se encuentran disponibles otros tratamientos).

 

Esta cirugía  puede realizarse en forma aislada o en combinación con otras cirugías como la de rejuvenecimiento facial.  Cuando se realiza en forma aislada, se lleva a cabo con anestesia local y sedación en forma ambulatoria, esto es, sin necesidad de hospitalizarse, regresando a casa el mismo día de la cirugía. La blefaroplastia es  bastante común tanto en hombres como en mujeres.

¿En que consiste una blefaroplastia?

La cirugía consiste en retirar el excedente de piel laxa, músculo y grasa de los parpados superiores e inferiores y demora alrededor de 1 hora a hora y media. La ubicación de las incisiones coincide con los pliegues naturales de los párpados; de modo que las cicatrices (usualmente muy discretas) se disimulen.

¿Cómo es la recuperación y  que cuidados debo de tener después?

La recuperación de una blefaroplastia en general se obtiene en la primera semana posterior al procedimiento. Después de la cirugía comúnmente se presentan el edema (hinchazón) y equimosis (moretones) en  los parpados; los cuales deben irse resolviendo gradualmente.

Así mismo, durante la primera semana se retiran suturas (las puntadas) y se pueden colocar en su lugar unas cintas adhesivas especiales por algunos días más. Durante los primeros días de operado, es útil colocar fomentos  fríos o de hielo, para disminuir estas molestias.

Habitualmente  Usted se podrá reincorporar a sus actividades cotidianas al cabo de 7 a 10 días. Al principio se deben tener algunos cuidados, como evitar la exposición directa al sol, actividades físicas intensas o extenuantes y el maquillaje. Al cabo de 3 a 4 semanas, prácticamente podrá realizar su vida normalmente.